jueves, 13 de enero de 2011

HISTORIA DE LA VIRGEN

Cuentan que en la época colonial, en la población de Quillacollo, Cochabamba, una pequeña niña ayudaba a sus padres pastoreando ovejas. Cierto día a la pastorcita se le apareció una hermosa y deslumbrante señora que cargaba en sus brazos un niño, la cual se convirtió en su amiga. Para la niña el conversar con la señora, quien le hablaba en el idioma nativo de la pastorcita, el quechua, y jugar con el niño, se convirtió en algo natural.
Al llegar a su casa, les contó a sus padres sobre la bella señora; quienes sorprendidos oyeron a su hija relatar la forma en que “la señora” apareció.
Extrañados los padres de la pastorcita, compartieron el hecho con el sacerdote de la parroquia y algunos vecinos, quienes decidieron cerciorarse de la veracidad del relato de la niña.
Un día 15 de agosto, sorpresivamente aparecieron los padres y algunos vecinos en el lugar donde la niña pastoreaba sus ovejas. Grande fue la sorpresa cuando vieron a la pastorcita acompañada de la señora y su hijo. El asombro y la incredulidad se apoderó de la gente, cuando vieron que  lentamente la señora y el niño empezaron a subir a los cielos. La gente sorprendida preguntaba: donde está la señora? La pastorcita muy feliz respondía señalando con el dedo a la señora quien lentamente ascendía a los cielos, diciendo:

"Ork'hopiña, Ork'hopiña", que en quechua significa "ya está en el cerro".
En el lugar donde la señora con el niño en brazos visitaba a la pastorcita, encontraron una bella imagen de una señora con su hijo, a la que denominaron Virgen María de Urkupiña, nombre  castellanizado por el que actualmente se conoce a la Virgen. En ese lugar, se construyó el templo de la Virgen, que desde aquella época es venerada por el pueblo boliviano. Actualmente se ha trasladado la imagen al templo Matriz de Quillacollo hasta donde llegan peregrinos de toda Bolivia para adorar a la Virgen María de Urkupiña, patrona de la integración Nacional.

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